Ponteareas nace de la confluencia de caminos. En la época feudal perteneció al Reino de Tuy y sus 24 parroquias (Angoares, Arcos, Areas, Arnoso, Bugarín, Celeiros, Cristiñade, Cumiar, Fontenla, Fozara, Guillade, Guláns, Moreira, Nogueira, Santiago de Oliveira, San Mateo de Oliveira, San Lorenzo de Oliveira, Padróns, Paredes, Pías, Prado, Ribadetea y Xinzo) se encontraban repartidas entre los señoríos de Salvaterra, Oliveira y Sobroso. Ya en el siglo XIX, con la reforma constitucional de 1812 Ponteareas se independizó junto con Areas, Mondariz y Setados (As Neves).
Ponteareas es un pueblo situado en el sur-oeste de Galicia a unos 30 kilómetros de la costa. Limita, al norte, con Mos, Mondariz-Balneario y Mondariz; al sur, con Salvaterra de Miño, Salceda de Caselas y As Neves; al este, con Covelo; y al oeste, con Mos, Porriño y Salceda de Caselas. También está próximo a Portugal por el lado de Salvaterra de Miño (12 kilómetros). Es uno de los enclaves de población más numerosos de la zona (22.411 habitantes) teniendo en cuenta la proximidad con respecto a Vigo (unos 25 kilómetros), la ciudad más importante de Galicia desde el punto de vista económico, lo cual la convierte en una "ciudad dormitorio" para miles de familias cuyo sustentador(es) principal trabaja en Vigo. Es el centro comercial y de servicios de mayor magnitud dentro de su comarca (Condado Paradanta). El motor principal de la economía local se sitúa en el sector de la construcción inmobiliaria, en crisis durante los dos últimos años.
Desde el punto de vista turístico Ponteareas se encuentra inmerso en el programa de turismo de las "Rías Baixas"; como punto de interés conserva los dos elementos a los que debe su nombre; un viejo puente, en ruinas pero digno de ver y el antiguo núcleo de Areas, donde se pueden encontrar las casas más antiguas y las calles con mayor encanto.
También se destaca el antiguo palacio condal o Monasterio de los Canedos, y los restos de la fortaleza del monte de la Picaraña, de gran importancia en tiempos de las guerras feudales. El evento más característico y relevante a nivel turístico es la celebración del "Corpus Christi" todos los años, durante el cual se trabaja en la elaboración de alfombras hechas con flores para el posterior paso de la procesión. La cultura tradicional, sobre todo la religiosa, todavía es muy patente en este pueblo.
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